El SAG reafirma el llamado a la ciudadanía a no tocar ni manipular aves enfermas o muertas y denunciar su presencia. Hay que remarcar que estos hallazgos no afectan el consumo de aves, y al tratarse de ejemplares silvestres tampoco al comercio internacional.
Ante el escenario complejo que se venía evidenciando, producto de esta enfermedad en el continente, en Chile el SAG estableció un estrecho trabajo público-privado para mitigar eventuales efectos negativos en la matriz productiva del rubro avícola, que por el momento no se ve afectada. Además, de establecer una importante coordinación con todos los actores de la cadena de producción avícola para que incrementen las medidas de bioseguridad.