“Recalcamos que las acciones hostiles de Washington se volverán como un bumerán contra EEUU y serán rechazadas como es debido”, afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia en un comunicado.
Moscú subrayó que “las contrasanciones rusas tienen carácter obligado y apuntan a obligar al régimen gobernante estadounidense, que intenta imponer al resto del mundo un orden mundial neocolonial basado en reglas, a cambiar su conducta y a reconocer las nuevas realidades geopolíticas”.
“Rusia no busca la confrontación y está abierta a un diálogo franco, respetuoso, diferenciando al pueblo estadounidense, que siempre ha gozado de nuestro respeto, de las autoridades de EEUU, que alientan la rusofobia, y de aquellos que les sirven”, indica.
“Precisamente estas personas se incluyen en la ‘lista negra’ rusa”, añadió Exteriores.
Biden figura en la lista, ordenada alfabéticamente en ruso, con el número 31, seguido de su hijo Hunter.
Entre los altos cargos estadounidenses sancionados se encuentran, entre otros, el secretario de Estado, Antony Blinken, el titular de Defensa, Lloy Austin, y el director de la CIA, William Burns.