La ministra del Interior, Carolina Tohá, llegó este lunes a la comuna altiplánica de Colchane, en la Región de Tarapacá, para supervisar el despliegue de las Fuerzas Armadas para controlar el flujo migratorio en zonas sensibles en la frontera con Perú y Bolivia, en el marco de la puesta en marcha de la nueva ley de infraestructura crítica.
La normativa, cuyo decreto supremo empezó a regir hoy oficialmente, faculta a los militares para colaborar con las policías en el control migratorio y de seguridad en zonas que se han visto desbordadas por el ingreso ilegal de personas.
El documento establece el marco legal bajo el cual los uniformados pueden actuar en caso de enfrentarse a ese tipo de situaciones, el cual consta de una serie de pasos que van desde la realización de controles de identidad, revisiones de equipajes y detenciones.
En declaraciones realizadas a la prensa, Tohá defendió la medida y arremetió contra lo que el Estado de Chile no había hecho hasta ahora en materia de protección de fronteras.
“Hay que preguntarse por qué en el país el Gobierno del Presidente Boric se encontró con las aduanas con tan poco equipamiento; por qué se encontró con las policías instaladas en la frontera en unas garitas que se sujetan en pie con unos palitos que amarran; por qué nos encontramos con un Servicio de Migrantes recién constituido con una lista de espera de miles de miles de miles de personas”, dijo la jefa de gabinete.
“Chile lleva largo tiempo sin hacer lo que debe hacer para tener un buen control en la frontera. Este no es solo un tema de que faltaba la presencia militar; faltaban muchas cosas”, apuntó.