Poco después de que se supo del allanamiento contra la casa y la oficina del exdirector general la PDI, Sergio Muñoz, en La Moneda comenzaron diversas conversaciones tendientes a buscar su sucesor.
Según la ley el director general debe ser electo entre las ocho primeras antigüedades de la institución.
De ellos, quien hasta ayer ostentaba la segunda antigüedad y que ahora es el director subrogante, Claudio González Hofstetter, está prácticamente descartado, debido a las acusaciones que se formularon en su contra en el libro Rati, de Javier Rebolledo y el exdetective Jesús Silva (publicado en 2021), donde se lo acusa de haber participado en 1987 de un “procedimiento académico” en la antigua Escuela de Investigaciones, que en realidad consistió en una sesión de torturas en contra de un aspirante a detective, Mauricio Flores.
Según un artículo publicado en El Desconcierto, González Hofstetter, que estaba en tercer año, encubrió al instructor que ordenó las torturas y además participó activamente del secuestro y la golpiza que recibió Flores.
También hay antecedentes al respecto en el informe de la comisión especial investigadora que se formó en la Cámara de Diputadas y Diputados.
La ahora segunda antigüedad de la institución es quien se ve mejor aspectado desde el punto de vista del Ejecutivo. Se trata de Lautaro Arias Berrocal, actual subdirector de Investigación Policial y Criminal, quien tiene un perfil completamente operativo, pero además posee un pasado que entusiasma mucho en La Moneda, dado que casi todo el inicio de su carrera lo pasó como oficial del antiguo Departamento V de la PDI, cuando dicha unidad asumió las investigaciones por violaciones a los derechos humanos cometidas en la dictadura, por lo cual participó, entre otras indagaciones, en los casos Conferencia, Villa Grimaldi y Colonia Dignidad.
Sin embargo, en el Gobierno temen que su nombre genere resistencia entre la oposición, dado que en las reuniones celebradas en Caracas, el 18 de enero pasado, encabezadas por Manuel Monsalve y en las cuales se suscribió el acuerdo de cooperación policial entre las policías venezolana y chilena, él fue quien acompañó al subsecretario, como representante de la PDI.
Otro nombre que genera entusiasmo en distintos sectores es el del jefe de la Región Policial de Los Ríos, el prefecto inspector Alex Schwarzenberg Ramírez, quien también posee un perfil muy operativo y que trabajó casi toda su vida en la Brigada Antinarcóticos, luego de lo cual asumió como jefe nacional de dicha área y de crimen organizado. Sin embargo, fue trasladado a Valdivia después que sufriera un problema de salud severo. También se menciona a Paulo Contreras Cortés, su sucesor en dicho cargo y quien ha estado al frente de casi todas las indagaciones por crimen organizado en los últimos dos años en el país, entre ellas, las relativas al Tren de Aragua, Los Gallegos y otros grupos.
Los otros cuatro oficiales que se encuentran entre los posibles sucesores son el subdirector de Desarrollo de Personas, César Cortés Pineda; Eduardo Cerna Lozano, subdirector de Administración, Logística e Innovación; Jorge Sánchez Sandoval, subdirector de Inteligencia, Crimen Organizado y Seguridad Migratoria, y Ricardo Gatica Aliaga, jefe de educación y doctrina, todos los cuales han tenido un perfil más bien bajo, debido a las funciones que cumplen. De los cuatro, Cerna y Sánchez son los que poseen mayor experiencia operativa, que es un factor que interesa mucho en La Moneda.
Fuente: El Mostrador