La Cancillería confirmó hoy que el gobierno del Presidente Gabriel Boric les ofreció asilo y la nacionalidad chilena a los nicaragüenses que ha sido privados de su ciudadanía por parte del régimen de Daniel Ortega.
Hasta la fecha a 317 nicaragüenses se les ha quitado la nacionalidad, convirtiéndolos en apátridas, todos ellos considerados opositores políticos del presidente de Nicaragua.
Fue a través de un comunicado que el Ministerio de Relaciones Exteriores dio a conocer que ante la reciente decisión del Estado de Nicaragua de privar de su nacionalidad y derechos políticos a más de trescientas personas, “el Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según las normas constitucionales y legales que la regulan“.
En el texto la Cancillería recalcó que de esta forma “el Gobierno de Chile pone a disposición esta alternativa para quienes han sido injustamente expatriados de Nicaragua y voluntariamente decidan tomarla”.
Estándares civilizatorios
“La historia de nuestro país nos ha enseñado que la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la solidaridad internacional entre los pueblos, trascienden las coyunturas políticas y forman parte de estándares civilizatorios esenciales para la vida en sociedad“, indica el comunicado.
Por instrucciones del Presidente Gabriel Boric, serán los Ministerios de Relaciones Exteriores y del Interior y Seguridad Pública, los encargados de adoptar las medidas tendientes a concretar la decisión del Ejecutivo.
Desde el 9 de febrero son cientos los nicaragüenses que han perdido su nacionalidad por decisión de los tribunales manejados por el gobierno.
Entre quienes hasta hoy son apátridas se cuentan Sergio Ramírez y Gioconda Belli y el obispo Rolando Álvarez.
Este último fue condenado a más de 26 años de cárcel tras negarse a ser desterrado por el régimen de Daniel Ortega.