La fiesta del fútbol se ve empañada en la tarde penquista por un grupo de hinchas que lanzaron bengalas y bombas de ruido al terreno de juego en el estadio Ester Roa Rebolledo, en pleno desarrollo del clásico universitario.
Con un gran ambiente ante más de 20 mil personas, se esperaba que el duelo entre ambos emblemáticos equipos nacionales fuese todo un espectáculo, pero el único espectáculo que ocurrió fue el de los incidentes que se registraron en el recinto de Concepción y que obligó a suspender el encuentro en el minuto 30′.
Lamentablemente, lo deportivo pasó a segundo plano, luego de que bombas de ruidos y bengalas cayeran cerca de periodistas, camarógrafos de la transmisión, autoridades y bancos de ambos planteles, lo que provocó la detención del compromiso.
Tras varios minutos de angustia para los hinchas que nada tenían que ver con lo que estaba ocurriendo, las autoridades determinaron que el duelo se debe suspender oficialmente y esperar la reprogramación para conocer cuando se volverá a disputar el partido.
Con esto, se deja en claro que la violencia es más fuerte en el ámbito del fútbol chileno y a pesar de las sanciones y castigos para los equipos, se siguen repitiendo estás escenas que complican que las familias puedan disfrutar de la fiesta que es esta disciplina.