El actual sistema de pensiones está en crisis. Las pensiones de hoy no alcanzan para que nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, sostengan una vida digna en su vejez, sin importar cuánto trabajaron durante su vida. Son miles las personas mayores que ven cómo años de esfuerzo no se ven reconocidos y quedan condenadas a su suerte, obligadas a seguir trabajando o a la merced de la asistencia familiar o institucional.
En Chile, el 72% de las pensiones son inferiores al salario mínimo y uno de cada cuatro jubilados recibe una pensión que está por debajo de la línea de la pobreza. Esta realidad no puede continuar y por eso el gobierno de nuestro presidente, Gabriel Boric, se hace cargo de la necesidad urgente de mejorar las pensiones de los actuales y futuros jubilados y jubiladas, para que se reconozca el esfuerzo de toda una vida de trabajo remunerado, con un énfasis especial en las mujeres y las labores de cuidados. La reforma que proponemos reconoce el ahorro individual para garantizar mejores pensiones por medio de un sistema mixto público/privado, basado en los principios de la seguridad social y donde contribuyen el Estado, empleadores y trabajadores/as.
El proyecto incorpora, también, los resultados de los Diálogos Sociales liderados por el Ministerio del Trabajo y Previsión Social que se realizaron en todas las regiones del país para conocer, de primera fuente, las expectativas, preocupaciones y esperanzas de empleadores y trabajadores. El resultado ha sido un sistema en el que se combinan componentes de Seguridad Social y de capitalización individual para alcanzar el anhelo de generar mejores pensiones, acercándonos a la realidad de los países OCDE, donde los sistemas contributivos mixtos tienen buenos resultados.
El gran objetivo con esta reforma es subir el monto de las pensiones en cuanto sea ley. En primer lugar, se reconocerá y premiará el esfuerzo del trabajo a lo largo de la vida, disminuyendo las comisiones y mejorando la rentabilidad obtenida en la capitalización individual. En segundo lugar, y para despejar cualquier fantasma o noticia falsa, los ahorros previsionales en las cuentas individuales – tanto los acumulados como los del futuro – mantendrán la propiedad individual, podrán heredarse y no serán expropiados. En tercer lugar, el sistema entregará libertad para elegir quién invertirá tus fondos de pensiones, opción que hoy día no existe, pues todos estamos obligados a estar en una AFP.
Además, se crea un nuevo Seguro Social que será financiado a través de una cotización a cargo de los empleadores, que aumentará gradualmente hasta llegar al 6%. También permitirá cubrir lagunas previsionales o de cotizaciones de quienes quedaron desempleados o debieron dejar el trabajo para que esto no afecte su pensión en el futuro.
Durante los últimos años ha existido un largo debate sobre las pensiones. Las chilenas y chilenos estamos cansados de las comisiones abusivas y las pérdidas que genera el sistema actual, por lo que esta reforma pone fin a las AFP. No estamos partiendo de cero, pues recogemos el saber acumulado de más de una década de debate, además del aporte importantísimo de académicos, profesionales y expertos de todos los sectores políticos. De esta manera queremos dejar atrás un sistema extremo que no ha sido capaz de cumplir con las expectativas, que tiene reconocidas deficiencias y que le ha hecho daño a Chile y su gente. Bienvenido el sistema mixto, que nos permitirá garantizar pensiones dignas para todas las chilenas y chilenos.
*Daniel Quinteros Rojas, Delegado Presidencial de Tarapacá