El Presidente Gabriel Boric encabezó esta mañana la primera reunión de la Conferencia de las Partes (COP1) del primer acuerdo ambiental de América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú.Desarrollado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Vitacura, el encuentro se prolongará hasta el 22 de abril y cuenta con representantes de distintos países de la región.
Recordemos que el Mandatario firmó a fines de marzo el proyecto de ley para sumar a Chile al acuerdo. Ello un año y medio después de que el tratado fuese desestimado por el gobierno anterior, el cual acusó obligaciones “ambiguas” y que podría condicionar las legislaciones ambientales sen nuestro país.”Sé que la posición de Chile reciente generó resquemores en muchos países. Por lo tanto, me interesa ser enfático en la voluntad y convicción con la que Chile impulsa nuevamente este proceso”, indicó Boric.
En la ceremonia, el jefe de Estado chileno afirmó que la región debe colaborar para “tener una voz también frente a los países desarrollados” ante la crisis climática, advirtiendo que “o nos salvamos juntos, o nos hundimos por separado”.
“Este acuerdo nace como una respuesta ante las necesidades urgentes que vive la región, que se ha transformado lamentablemente en la región más peligrosa del mundo para las y los defensores ambientales. Y encarna profundos anhelos de los pueblos, de este rincón del sur global”, indicó.
El gobernante advirtió que “cuando se quema una parte del Amazonas, o cuando se acelera el derretimiento del glaciar de la Patagonia chilena o argentina, no es el Estado chileno, el Estado brasileño, el presidente de turno, el que sufre. Es toda la humanidad. Y por lo tanto, tenemos una responsabilidad que tenemos que hacernos cargo, y que no es posible abordar solamente dentro de los marcos de los Estado-Nación”.
En esa línea y “a propósito de la pandemia”, el Mandatario destacó la importancia “de un principio muy básico en el cual nos debemos mover hoy día. O nos salvamos juntos, o nos hundimos por separado. Y yo creo, que el Acuerdo de Escazú apunta justamente a la idea de salvarnos juntos, de trabajar juntos”.