Hasta el oasis Santa Rosita, en pleno desierto, en la comuna de Pica, región de Tarapacá, llegaron las primeras 50 palmeras datileras in vitro del país luego de cumplir su cuarentena, enraizamiento, aclimatización y crecimiento en la Casablanca, región de Valparaíso. El hito de la primera plantación fue liderado por la directora ejecutiva de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), Francine Brossard.
A la fecha, Chile no contaba con más 30 ejemplares de esta variedad. La importación se realizó gracias al convenio con una empresa en California, la que no solo multiplica el número de ejemplares en más de 10 veces, sino que supera el número total de palmeras disponibles en el territorio.
El proyecto es apoyado por FIA, con ejecución a cargo de la empresa Kelümilla y la Universidad Arturo Prat (UNAP) como asociados. También, cuenta con agricultores previamente seleccionados que recibirán palmeras durante el transcurso del proyecto.
“La introducción del nuevo cultivo permitirá a los pequeños productores complementar sus ingresos y diversificar su producción, aumentando su estabilidad económica y haciendo su producción más adaptable ante el cambio climático. Principalmente porque las palmeras de dátiles proporcionan sombra, añaden materia orgánica al suelo y apoyan la flora y fauna en regiones desertificadas, creando un microclima local que evitan el avance del desierto. Además, el dátil es un alimento que contiene nutrientes valiosos en hidrato de carbono, potasio, fósforo, calcio y magnesio, así como, el ácido pantoténico necesario para convertir las grasas en hidratos de carbono o energía”, dice la directora ejecutiva de FIA, Francine Brossard.
A la fecha, el consumo mundial de dátiles es cercano a las 7 mil millones de toneladas por año y ventas por más de $1.300 millones de dólar. Sin embargo, en Chile aún se habla de un consumo bajo pues no llega a los 40 gramos por persona al año. Considerando que el mercado nacional es muy pequeño, el objetivo de la producción nacional de dátiles debe apuntar al mercado internacional. Por tanto, la mayor propuesta de valor del dátil chileno sería la producción de un dátil de gran calidad en contra estación, cuando el éste alcanza su mayor precio.
Contexto comercial
Dicho lo anterior, el seremi de Agricultura de Tarapacá, Rubén López, sostuvo que “pudimos conocer, cómo nuestros emprendedores están apostando por estas innovaciones. Es un gran salto para diversificar nuestra matriz de alimentos en la región que nos permite pensar en un desarrollo presente y futuro del dátil la región como en el país. Desde la seremi apoyaremos a los emprendedores para que este proyecto FIA logre un éxito, por toda su inversión, en el tiempo”.
La mayor parte de la producción de dátiles ocurre en el hemisferio norte entre los meses de julio y octubre de cada año. La producción chilena tiene la ventaja de ser en enero hasta abril. Siendo la Unión europea, Estados Unidos, Australia, Japón, Canadá y Emiratos Árabes Unidos, los 10 principales países importadores y podrían ser un potencial mercado para el dátil chileno.