La salida de los uniformados, que suman más de 1.300 en dos años, llega en un momento en que también se registra una baja en las postulaciones que entre 2019 y 2020 bajó hasta un 57%, según detalló La Tercera.
De acuerdo con dicho medio, estas cifras aún no implican un impacto significativo en las filas de la institución que cuenta con más de 52 mil funcionarios, pero sí preocupa de cara a los planes del Gobierno para reformar la institución.
Los uniformados que han escogido el retiro tienen distintos argumentos para dar un paso al costado, pero se repiten la incertidumbre ante dicha reforma y el plebiscito constitucional, el exceso de carga laboral durante los últimos años de conmoción social, y las ofertas recibidas desde el sector de la seguridad privada con mejores condiciones para convalidar la vida familiar.
“La gente se está yendo. No sabemos si vamos a estar intervenidos por el poder civil, si seguiremos existiendo o no. Los chats de los colegas están repletos de incertidumbre por el plebiscito, además los jefes no nos dicen nada”. Comenta un oficial retirado.